sábado, 26 de diciembre de 2009

[De ligaduras y falsas riendas]


De todas las etiquetas que la sociedad le ha impuesto a la copla, quizá la que más peso tenga sea la de ser un género unido a cierta ideología política y moral, claramente reflejada en el régimen que España soportó durante decenios. Sin embargo, como hemos comentado anteriormente, la copla se dedicaba básicamente a expresar lo que el pueblo sentía, vivía y hacía en su vida cotidiana.

Dentro de estas etiquetas encontramos una que llama la atención por sí sola. ¿Es la copla machista en su literatura? La mayoría opinarán que sí, otros, sin embargo, tienen muy claro que no. Si analizamos las letras en la que la copla tiene su apoyo, la mayoría fruto del genio sevillano Rafael de León, encontramos obviedades de la cultura machista y por otra parte, fijándonos un poco más, observaremos rasgos muy diferentes, llegando incluso juguetear contra la férrea censura del momento.

Uno de los ejemplos del machismo en la copla lo encontramos, claramente, en este fragmento de “Te lo juro yo”, aunque dejando a un lado lo evidente, cabe recordar que esta copla es de las que tanto un hombre como una mujer pueden aplicarse en primera persona y de hecho, entre sus intérpretes encontraremos desde Miguel de Molina hasta Lola Flores.

Yo no me di cuenta de que te tenía
hasta el mismo día en que te perdí,
y vi claramente lo que te quería
cuando ya no había remedio pa mí.

Llévame por calles de hiel y amargura,
ponme ligaduras y hasta escúpeme.
Échame en los ojos un puñao de arena,
mátame de pena pero quiéreme.





Una copla que recoge en su totalidad la rebeldía y la sumisión de la mujer es “La Ruiseñora”. Llama la atención que en prácticamente la totalidad de la historia contada, es la mujer la que tiene una actitud fuerte y de supremacía frente al hombre. Sin embargo, el final, nos plantea un giro en el argumento, en el que la Ruiseñora acaba doblegándose ya muerta ante la figura de su marido.

Estamos, quizá, ante inteligentes formas de burlar la censura franquista, quizá ante obras modernas y revolucionarias para la época que, sin embargo, al añadir una estrofa más, quedaban amparadas en lo que se suponía era la moral ejemplar.


En la taberna de 'El tres de espadas',
entre guitarras y anís del mora,
¡Cómo,cantaba de madrugada
por soleares la Ruiseñora!
Se acabó lo que se daba - le dijo Paco Olivares-
y la llevó hasta el altar,
y ella, que lo camelaba, se puso blanca de azahares
y nunca volvió a cantar.
Pero Paco, antes del año, empezó a volver de día
y a beber sin ton ni son
y mordiendo el desengaño, la flamenca repetía
en los hierros del balcón.

¿Qué te pasa, Ruiseñora?
que tengo un nío de pena y celos en la garganta,
que hasta el corazón me llora
por siguiriyas, por soleares y por tarantas.
¿Qué sombra lo tiene esclavo?
¿De qué rumbo maldecío
viene este dolor de clavos
que me desbarata el sentío?
¿Dónde está el agonizante
que entre la noche y la aurora
se muere cantando un cante
mejor que la ruiseñora?

Al 'Tres de espadas' corrió celosa
con la carita despavoría
y vio a su Paco que con la Rosa
en una mesa se divertía.
Subió derecha al tablao; ¡Aquí está la Ruiseñora
pa lo que gusten mandar!
¡Lo de ese y yo se ha acabao! ¡Vuelvo a ser la cantaora!
¡Conque vamos a cantar!
Pues se va a cumplir tu suerte y al relámpago de un tiro
el café se iluminó;
ella vio llegar la muerte y, en el último suspiro,
de este modo le cantó:

¡Dios te ampare, Ruiseñora!
campanas doblen por el silencio de tu garganta;
recen por su cantaora
las siguiriyas, las soleares y las tarantas.
De un soplo me has apagao
la lámpara de la vida,
mira qué bien has pagao,
lo que yo a ti te quería.
¿Donde está el agonizante
que entre la noche y la aurora
se muere cantando un cante
mejor que la Ruiseñora?

Tenedle, por Dios, clemencia,
piedad tenedle los jueces,
que yo le daba licencia
para matarme cien veces.
¿Donde está el agonizante
que entre la noche y la aurora
se muere cantando un cante
mejor que la Ruiseñora?



5 comentarios:

A las 26 de diciembre de 2009, 15:54 , Blogger Álvaro Beltrán ha dicho...

Hice hace algunos años un estudio sobre Rafael de León, más concretamente sobre su primer libro de poemas publicado, "Jardín de papel" (1943). En breves líneas, también hice incursión en el machismo que comentas y, conocedor de copla desde que tengo uso de razón y estudioso del género desde hace otros tantos años, hay cientos de coplas desconocidísimas que muestran ese machismo del que hablas. Sin embargo, encuentro una escrita por Rafael de León para Pepe Pinto que describiría de manera bastante gráfica el tema en cuestión:

"María Manuela, ¿me escuchas?
Yo de vestíos no entiendo,
pero... ¿te gusta de veras
ese que te estás poniendo?
Tan fino, tan transparente,
tan escaso y tan ceñío,
que a lo mejor por la calle
te vas a morir de frío.
Te sienta que eres un cromo,
pero cámbiate de ropa,
si es un instante, lo justo
mientras me tomo esta copa.
Ponte el de cuello cerrao
que te está de maravilla
y que te llega dos cuartas
por bajo de la rodilla."

En fin, no se puede añadir más.
Un abrazo y gracias por recuperar esto que tanto nos gusta a ambos.

 
A las 26 de diciembre de 2009, 15:55 , Blogger Álvaro Beltrán ha dicho...

PD: Y en definitiva... Toda la letra no tiene desperdicio... Si tenéis ocasión de leerla, sería realmente interesante.

 
A las 27 de diciembre de 2009, 1:23 , Blogger Limosna de amores ha dicho...

Cuando lanzas una primera mirada a la copla piensas que es un género machista, retrógrado, incluso casposo, abanderado de una cultura nacionalista, facha, de derechas, vinculada siempre a la pandereta. Sin embargo, cuando te adentras en ella, descubres que es todo lo contrario. Los poetas que lucharon por la copla fueron unos revolucionarios y la libertad del pueblo en uno de los momentos más complicados de la historia de nuestro país, fue uno de los anclajes de este género.

Respecto al machismo, pronto te das cuenta de que las coplas han retratado como ningún otro género el mundo interno de la mujer. Durante la larga posguerra española, a través de la radio, la copla liberó (al menos metafísicamente) las almas de aquellas mujeres amas de casa, reprimidas por lo social y por la situación política. Cuántas de nuestras abuelas no se han sentido identificadas con “María de la O”, “Ojos verdes”, “La bien pagá”, “Falsa monea”, “La niña de fuego”, “La Salvaora”, “Ay pena, penita”, “Y sin embargo te quiero”… y en definitiva, las miles de coplas que el siglo XX nos ha legado al patrimonio musical. Historias de celos, de amores imposibles, de desamor, de madres solteras, de muertes, de nacimientos, de traiciones, de mujeres artistas, de añoranza… El mundo de la copla, y sobre todo Rafael de León, supo retratar como nadie estos sentimientos. No existe una sola mujer que no pueda identificarse con alguna copla, por lo que mi opinión es que este género siempre ha sido una lanza a favor de la liberación femenina, lo que lo sitúa, junto a sus creadores, en un lugar revolucionario.

Este tema daría para mucho. Gracias Javier por cada entrada. Es un placer conocer a gente que lucha por esto. Nos seguimos viendo por nuestros respectivos escenarios. Un abrazo.

http://retratosdelanuevacopla.blogspot.com/

 
A las 28 de diciembre de 2009, 0:53 , Blogger falsascostumbres ha dicho...

En la España franquista de los años 40 nadie se revolvió en contra de esa España machista como las lagrimas de aquella "otra", que desde su romance gritó desesperadamente contra la moral de la época que la apresaba y reprimía...

Desgraciadamente, Rafael de León habló muy pocas veces de su obra, no le gustaba. Pero en alguna ocasión se defendió como un feminista claro. La Ruiseñora no es nada machista, ella pide su propia muerte para que su final sea una decisión suya, lo que se dice "caer encima del hombre". Lo cierto es que Rafael de León se inspiraba en coplas populares, relatos y otros escritos, recogía el sentir de su momento que no nos engañemos era machista...

La obra de Rafael de León no se entiende sin la figura de la mujer... la mayoría de los protagonistas de sus creaciones son mujeres y éstas están creadas para ser interpretadas por mujeres. En este sentido podríamos compararlo con el teatro lorquiano o con el cine de Almodóvar...

En fin, recomiendo la lectura de "El Romance de la viuda enamorada".

fdo. José de León.

 
A las 12 de enero de 2010, 1:04 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Bueno, yo creo que podemos deducir que la experiencia trágica del amor se ha convertido en una fijación del gusto popular...desde los orígenes del melodrama y directamente entroncada con el surgimiento del personaje femenino como "objeto de compasión" a través de un proceso de victimización total. Pero indudablemente tenemos que pensar que los universos culturales surgen siempre de un contexto histórico-económico y, por supuesto, es casi imposible comprender en profundidad los primeros si dejamos de lado el segundo. Estas canciones se consumen en una época absolutamente necesitada de imágenes míticas en las que condensar deseos, aspiraciones y necesidades, y proponen situaciones y escenas que, aunque no tienen conexión directa con el público, se mantienen en él como modélicas. Rafael de León tenía la facilidad para reproducir la "voz de la gente", la voz de una época marcada por el franquismo desgraciadamente. Le ha llevado a ser el creador de unos versos que fueron la única experiencia poética de toda una generación (quieras que no machista). Aun así, tal reconocimiento es una deuda con uno de los personajes más cruciales para entender la cultura española de los últimos cincuenta años. Viva Rafael de León!

También podría añadir de "coletilla", que hoy en día hay grandes artistas como Diana Navarro que reinventa la copla e incluso se permite cambiar eso de "bien pagá" por "bien pagao" con toda la razón del mundo. Ya es hora de reciclar ciertas expresiones, por muy poéticas que sean.

Querido Javier... como siempre... un placer.

 

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